Archivo de la categoría: barrio

Parque(cito), Play[ota], Parque{zote}

Publicado en

Florecillas moradas de Sutro

El segundo día nos fuimos al otro lado de la península, a la costa pacífica. Llegamos al Sutro Heights Park, en el que yahabíamos estado y desde donde hay unas tremendas vistas de Ocean Beach, una playa gigantesca gigantesca llena de gente que no se baña. Por ahora tienen un pase porque estamos en Mayo (ese día aún era Abril). El parque de Sutro es pequeñito pero precioso. Unos leones de piedra te dan la bienvenida, florecillas variadas de colores, pinos de los de aquí de tamaños tremendísimos y, como siempre, paseantes, paseantes de perros, familias y turistas que andan por allí tranquilamente.

Después fuimos bajando hacia la playa, viendo de lejos los Sutro Baths, que eran unas piscinas de agua marina mayormente aunque alguna dulce había con un edificio de hierro y cristal muy chulos por dentro) y pasando por la Cliff House, un sitio famoso aquí por las vistas y los varios restaurantes que tiene. Susana quería ir al brunch del domingo, pero no hubo manera de que me cogieran el teléfono para reservar, una pena. Por lo visto, desde los principios, ha habido 4 Cliff Houses, la más bonita la 2ª, que creo que cayó en el Gran Terremoto e Incendio de 1906.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Y seguimos bajando hasta llegar a la playa, Ocean Beach. Daba menos miedo que la otra vez que estuve con Susana y que el día que estuve con los del cole (el día que se nos tragó la niebla, brrr). Hacía mucho solecico, la arena quemaba y el agua estaba congeladísima y dolían los pies. Y ya que estábamos mojándonos los pies, ¿por qué no calarnos los pantalones y salir corriendo de la orilla perseguidas por una ola maléfica cargadas con las cámaras y los bolsos? Gran imagen debió ser esa.

Ocean Beach y Cliff House

Sand Dollar

Nos paseamos un poco  más por la orilla e intentando encontrar alguna concha chachi de esas que hay aquí, que son raras raras y se llaman Sand Dollars o Sea Cookies o Sea Biscuits (sí, como el caballo), pero estaban todas rotas. Son unas conchas rarísimas, no tengo ni idea de dónde aparca el bicho. Son redondas y planitas, pero no se abren, símplemente tienen un espacio pequeñito entre las dos caras del Dólar, son como una galleta rellena, pero no de esas con dos galletas una a cada lado, tipo Príncipe u Oreo, sino una de esas rellenas rellenas.

Helena y Jose encontraron una enterita cuando fueron ellos, suertudos que son.

Cuando más o menos llegábamos a donde empieza el Golden Gate Park nos volvimos a cruzar toda la caliente arenita oscura quemándonos más los pies, cruzándonos con las gentes vestidas totalmente o en bikini tranquilamente o con mis amigas las gavioticas o con alguna pobre medusa enarenada y mortecina. Salimos, nos limpiamos los pieses y las patas de arenas y los pantalones de sales también y nos adentramos en el bonito y verde mundo del la desconocida parte oeste del Golden Gate Park.

Nos recibía un molino holandés de madera oscura. Había hambre y de repente encontramos un chiringuito gigante y fashion donde había pandillas de franciscanos haciendo «picnics» servidos por camareros estupendos. Señores con sombreritos con una copa de vino en la mano y un pincho metálico con un número en una tarjeta que le indica el número del pedido a los camareros chachis. Todo muy curioso, parecía salido de una película de gentes adineradas inglesas. Creo que nos sentíamos tan fuera de lugar que proseguimos el camino a pesar del hambre que teníamos.

Vimos los campos de soccer-fútboldelnuestro con gente jugando o entrenando y pegando gritos. Florecitas moradas con tallos peludos (hay foto por ahí). Y seguimos y seguimos, en busca de lo que creíamos que eran búfalos, pero acabaron siendo bisontes, que no sé si son lo mismo o no. Al llegar a la verja de los bisontes… ¡encontramos un topito! Jijiji, ¡¡¡era más monooooo, más majoooooo!!! Salía de su topera (los parques de aquí estan LLENOS de toperas por todas partes) sacando la cabecita con esos piños tremendos estilo Nosferatu y comía y comía hierbajos. Además de unos dientes largos y tremendos, no os perdáis las uñarracas que tenía el bichito. Como para que te muerda mientras se agarra a ti. Grr. En fin, nos tiramos un rato haciendo un book al bichejo para que luego nos salieran 2 o 3 fotos potablemente enfocadas, era un bicho rápido el topete.

El topito Topete!

Continuamos después del topero descanso desfallecidas sin haber ingerido nada aún y por fin al lado de un laguito estilo piscinesco lleno de gaviotas y palomas encontramos un puesto de hot dogs, pretzels y cosas así. Bastante maluno el New York Hot Dog, el pretzel estaba bueno, salado y calentito al menos.
Un chico tenía algún tipo de problema con los pajarracos y hasta que no espantó a todos no se quedó tranquilo. Tardó unos 5 o 10 minutos. Susana se preocupaba por lo mucho que los niños se acercaban al agua, que parecía profunda, mientras sus padres y demás familia los miraban tranquilamente sentados desde lo lejos.

Y seguimos y seguimos y seguimos… y de repente encontramos praderas repletas de americanos haciendo barbacoas, jugando al voleibol con sus redes transportadas desde casa, globos de colores por todas partes, castillos hinchables para que los enanos peguen botes y se entretengan. Se lo montan bien aquí. A partir de cierto punto del parque, no había un trozo de hierba llano sin gente comiendo, bebiendo, jugando o de palique. Tremendo. El día acompañaba, claro, y los arbolitos todos en flor, snif, qué bucólico, o algo.

Y seguimos más, porque este parque es muy grande, muy grande. Para que os hagáis una idea, tiene unas 52 manzanas de largo por unas 9 de ancho. Manzanas de las de aquí, que no son precísamente cortas. Empezamos en la 52 y salimos en la 12. Un paseíto. Salimos de allí por la explanada de los museos deYoung (el de Herzog y deMeuron) y la California Academy of Sciences, que también la hemos visitado otro día y ya os hablaré de ello (millones de fotos de animalejos y plantas tengo).

Salimos en Fulton por la 10th Avenue. Subimos pasando Cabrillo, Balboa, Anza, Geary, Clement y llegamos a casita.
Eso sí, creo que luego pasamos por el Walgreens y por el chino Xie Xie. ¡Superinteresante!
Se acabó el segundo día.
Super ameno, ¿eh? Jejejeje.

¡Muchos besos, muchachada!
c

______________________________________________________________

Hoy ha sido tranquilo el día. Casa. Cocinar un guiso de algún tipo de carne que al final ha quedado demasiado espeso, porras. Comer. Siesta. Jugar con fotos. Ver alguna serie. Hablar con alguna gente. Contarme Susana que había llegado sana y salva y aún no había dormido (¡la loca de ella ha aguantado hasta como las 11 de la noche!).
Luego nos hemos ido al Trader Joe’s a hacer compra de algunas cosas necesarias y otras más de antojo (los mangos secos y esas cosas que nos gustan… que, por cierto, Susana, no has probado, ¡qué fatal!). Después fuimos a un sitio llamado BevMo! que es básicamente una licorería, a comprar Whiskey, granadina, angostura, tónica de la buena y alguna cosa más, para hacernos unos cócteles hoy o algún día y estrenar alguna copa más.

Ahora Helena está preparando tortitas de cena.
Esta semana va a empezar a pre-correr (lo que viene siendo andar muy deprisa). Me voy a unir a ella, a ver si no muero en el intento. Necesito comprarme algo de ropa deportivesca, porque no tengo nada. Os contaré mis avances o atrasos respecto a este tema. Jejeje.

Y ya.
Unos besos de nuevo,
c

más vale tarde que nunca.

Publicado en

¡Hola de nuevo!
¡Dos blogs en un día, eh!

Hoy, como ya sabéis, llegué tarde al cole, así que fui sólo a la segunda clase. Cosas de la cabeza, el dormir mal, las cosas de la vida, al menos de la mía…

Pues nada, eso, que fui para la segunda clase. Por lo visto en la primera sólo estuvieron dos (Jeff y Simona -italiana ella, muy maja) y la profesora que sustituye a Alex se quedó un poco chafada, porque teóricamente teníamos que ser…  5. Luego el Jacob nos metió en otra clase con otra profe, muy muy maja, que se llama Katie, que es chicaguense. Estuvimos hablando de Arte y de Van Gogh y tal, poco, pero bien. Ha estado entretenida. Y luego Jacob nos retomó a Jeff y a mí para contarnos los deberes del día. Tenemos que hacer un brindis de esos típicos de aquí, medio inventado medio real, el uno sobre el otro, y estoy poco o nada inspirada. ¡Bah!

Luego decidí que me iba a ir a la actividad del día que organizan en la escuela. Hoy tocaba Mission, que ya he estado varias veces, pero bueno, todo sea por hablar con gente en inglés, ¿no? … que ya estaba tardando.
Cómo no, el profe que va a estas cosas también es… ¡Jacob! Muy bien, sí señor, acertásteis.
Total, que tenía que quedarme por ahí haciendo tiempo de 12:40, que es cuando acabo las clases, a 15:15, que es cuando partíamos prestos hacia La Missióng y el Jacób muy amablemente nos dijo a Jeff y a una servidora que iba a encargar comida Tailandesa, que si queríamos alguno, así que le dije que sí, recogimos la comida (de hecho le he invitado a comer, espero que sirva para poder explotarle como hacedor de futuras conversaciones en inglés conmigo), comí con él y estuvimos un rato de palique hasta que empezó su clase tarduna.

Resulta DE QUE al final no estoy tan mal nivelada como yo pensaba. Por lo visto, como somos tan pocos en la escuela, no tienen tantos clases como niveles, así que nos van juntando a gente de niveles distintos pero no lejanos como pueden o creen conveniente. El señor profe me ha dicho que de gramática y eso tiene poco o nada que enseñarme, que es básicamente hablar lo que tengo que hacer. Aún así meto patas ridículas cuando hablo del tipo «people is«, ejem.

Y nada… mientras esperaba pues me metí en las interredes desde el cole, hablé con una compañera, hice deberes, me di un voltio, me compré unos pendientes por $5 en la Ferry Building Plaza y me volví a la escuela para salir de paseo.
Cogimos el Muni en su versión tren, que hasta ahora no lo había cogido, el J, que lleva allá a Mission, claro.
Ha estado entretenido, el profe Lléicob no para de hablar y los otros 5 compañeros son majos, mayormente.
Hemos hecho casi el mismo recorrido que hice el otro día con Jose y Helena y luego yo sola, aunque no hemos entrado en las Thrift Stores varias (jeje, ¡porras!), pero sí hemos pasado por el callejón grafitero (y ya no está el trompetista azul que fotografié el otro día, por ejemplo… qué vida más breve la del arte urbano, ¡ay!) y luego Jacobo nos ha llevado a una heladería muy buena al lado del Mission Dolores Park. En cuanto ha dicho que conocía una heladería muy buena allí he pensado: «va a ser a la que fueron el otro día H&JA» y tooooma, ¡premio al canto! Jijiji. La verdad es que los helados estaban tremendos tremendos y son baratos. Yo tomé uno de Malted Vanilla/Brown Sugar. Sobre todo el último estaba buenísimo. También probé todos los de los demás y estaban muy fenómenos. ¡Ñam!

Y con los helados en mano, al parque que nos fuimos, subiendito la loma, cuestarriba cuestarriba, con comentarios jocosos del director del evento, claro. Luego nos sentamos un ratejo a paliquear un poco, y a eso de las 6 nos dispersamos. Bueno, me dispersé yo, porque todos estos se cogieron el J de vuelta al centro y yo me bajé el parque a coger el 33, que si no era mucha vuelta. Me dio pena dispersarme, eso sí, pero estoy acostumbrada con eso de vivir fuera de Madrí, jejeje.

Por lo demás…. eso, estoy poco inspirada para escribir el brindis.
Ahora no tengo hambre, y eso que tampoco comí muchísimo de mi plato de arroz con huevo y pollo barbacoa thai-style -y dejé las sobras en la nevera del cole, pa otra ocasión y/o traérmelas a casa, porque estaba bueno.

Y ya. Voy a cenarme una pita con aceite de oliva californiano.
Os dejo que se me enfría.
¡Muchos besos, chatos!
c

¡Mejorando, que es gerundio!

Publicado en

¡Buenas tardes-tardes desde un día mucho más bonito, gentes-entes del mundo!

¡¡¡Buenassssssss!!!


Pues sí, hoy está siendo un día mucho mejor.

Y sí, sigue doliéndome la cabeza. Y sí, me compré las pastis esas del Walgreens, pero creo que no me han hecho nada. Aún así, está siendo un día mucho mejor. Cuando me acostumbro a que no deja de doler, pues sigo con la vida. Me puede doler veces y veces la cabeza, pero parece ser que hasta que no pasa una semanita o así, no sé vivir con el dolor como vive una persona normal.

Hoy me he levantado un poco más tarde, cosas de haberme duchado por la tarde-noche (cosa que voy a hacer todos los días), así que he salido de casa a las 8:30 o así y he llegado a la hora y la primera de la clase. Bueno, siempre llego a la hora, antes de la hora, pero hoy ha sido habiendome levantado más tarde, así que ¡hurra por mí!

Las clases han estado mejor. O yo he estado mejor en las clases, who knows. Hoy sólo hemos sido tres. El chico suizo, llamado Fahraz (no sé si lo he escrito bien), creo que está malo (espero que no muy malo, porque la semana pasada estaba amarillo totalmente el pobre, le dijeron que tenía infección de hígado :S); la francesa ya se fue a su casa y el brasileño creo que se va a tomar la semana de vacaciones. El caso es que me he soltado más. Estar menos siempre me ayuda y llevar ya una semana también, supongo. También los temas me interesaban más. Sigo pensando que estoy por debajo de mi nivel, sí, pero es que los profes y los compañeros me caen bien.
Susana me ha dicho que por qué no doy alguna semana más después de que ella se vuelva para Madrí… porque viene a verme del 28 de abril al 8 de mayo, yuju, ¡¡¡¡visitas molonas!!!! … y me lo estoy planteando, pero no sé si me va a dar el dinero. Tengo que echar cuentas, que desde que llegué no lo he hecho, así que no sé qué me he gastado y qué me queda. ¡ChunChun!

Y eso.

No sé si os dije que uno de los profes el otro día nos hizo recitar unas estrofas de canciones raperas, en plan serio, pronunciando bien. Lo ha colgado en facebook, ejem. Y la imagen congelada que sale del vídeo… es mi jeta. Ejem Ejem. Si me veo sin vergüenzas, ya os colgaré el precioso vídeo aquí. Ejem Ejem Ejem. EJEM.
Hoy en esa clase hemos hablado más de música, nos ha puesto un documental de adolescentes que cantan Gospel en Harlem y ha estado interesante y emotivo, snif. Y de ahí pues a hablar de la música, nosotros y nuestros países.

El otro profe me ha dicho que mis ejercicios estaban fenomenal, aunque al principio pensaba que eran de mi compañero francés Jeff. Jijiji. Chachi.

Frisco Pier

En fin, todo eso ha ayudado a que hoy sea un día mucho mejor, en el que lo bueno ayuda a pasar del dolor de cabezas. Tanto he pasado que hoy, por fin, después de clase, me he dado un voltio. He ido hacia el agüita, pasando por el Ferry Building (donde acaba la supercalle Market) y al Pier 7 donde pescan los chinos, donde tomé esta foto hace casi ya 3 años >>>>>>>>>>>>>>>

Y aquí va la versión de hoy…..

la version de hoy del pier 7 ... ju ji ja je jo!

Luego he vuelto por donde había ido para volver a coger Market Street y recorrerme el caminito que tantas veces nos hicimos Susanita y una servidora, hasta la calle Powell. La tienda donde vi que vendían el FIMO está ahí al ladito, en la calle Turk con Market, ahí donde empieza el Tenderloin, el barrio chungo (o barrichún) de pobres, drogadictos, prostitutas y veteranos de guerra un poco locos. Es curioso cómo cambia radicalmente la ciudad por ir una calle más allá. No es algo gradual.
Como me dejé la moleskine francisquense en casa, no tenía la dirección exacta del lugar y no me apetecía adentrarme en los Tenderluáns desconocidos, así que he subido por Powell, como si fuera al hotel en el que nos quedamos en 2008 y me he metido en el H&M a ver si encontraba una sudadera potable, que no he encontrado. Luego me metí en una bolsozapatería, ALDO (que ya está en sus madrileñas pantallas ), donde me compré mi bolso azul que me dejé en Madrí (tonta de mí, porque ahora estoy parca en bolsos), para ver si me desparquizaba de bolsos y encontraba uno BBB, pero nada. Mucho más feo todo que hace 3 años, dónde va a parar, y mucho más caro. Así que nada, a pasar por Union Square, por delante del Kuleto’s y el Scala (restaurantes ambos, de uno nos mofábamos del nombre, en el otro cenamos), delante del hotel de «Hotel«, por delante del Sear’s Fine Food (un sitio al que no he ido (aún) donde ponen un montón de minitortitas en plan torre y siempre hay cola, desde muy pronto indermornin), y por delante del Befeater del hotel de en frente de nuestro ex-hotel, ex480 de Sutter, que ahora es un Marriott y ha enfeado mucho, ya os lo digo. Luego pasé por delante del primer Walgreens de mi vida y me fui a esperar el autobús number 2 que viene para Clement directito.
Me senté al lado de una señora de unos 80yPicoPies (perdón, años, queríadecir) que, cada vez que le rozaba el brazo, miraba hacia nuestros brazos rozantes, en plan chungo. La «buena» señora parece que no se daba cuenta de que es complejo no darse un poco cuando íbamos cuesta abajo. Cosas de la ciudad, señora, mire, lo siento. BAH!

Y ahora, a ver si consigo poner una galería de fotos varias…

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Y bueno, eso, llegué a casa a eso de las… ¿4 de la tarde? en vez de a la 1:15 o así, que es la hora a la que suelo llegar generalmente.
Ha hecho un día muy chulo, a ratos nubladillo, la mayoría del tiempo con sol y vientecillo. Casi no hacía frío.

Poco más ha acontecido hoy. Fuimos al Salvation Army a ver si encontrábamos un tocadiscos, pero nada. No sé si os conté ya la historia de «el tocadiscos, el cd y el ampli«, creo que sí, ayer, o algo. El caso es que Helena tiene mono de tocadiscos y además Jose ya compró unos vinilos que esperan sentados en el suelo a ser tocados en el tocadiscos, pobres. Ya me he ido del hilo… bueno, que ni había tocadiscos ni nada, fatal. Nos volvimos a casa sin ello y sin una mesa muy mona que vimos el otro día y que nos gustaba mucho a Jose y a mí, pero a Helena no (así que ella estaba contenta, ¡maldita!).

Y ya me callo.
Espero que anden ustedes todos finamente.
¡Muchos besos y hasta pronto, chatos!
c

Sin novedad en el frente.

Publicado en

¡Buenas, familia y amigos!

Pues no hay mucho que contar. Sigo en la misma clase, porque no he dicho nada, porque no sé si me merezco estar en otro nivel. Sigo pensando que en cosa gramatical y de vocabulario puedo estar por encima, pero en cuestión de hablar, sigo sin tenerlo claro, aunque sigo sin saber si es por calidad o cantidad. Vamos, que no sé si es porque hablo menos o porque hablo peor.

Por lo demás, sigo con mis dolores de cabeza. Hoy también lo tengo, así que no echaré todas las culpas de las migrañas a la escuela y los profesores, pero bueno, me duele menos que ayer, así que supongo que la luz de la escuela y el timbre de las voces de los profesores (y lo de que me hagan pensar), ayuda. Me tomo mis ibuprofenos y mis paracetamoles de 1gr. pero lo único que consigo, como mucho, es que el dolor se mitigue o desaparezca durante la media hora siguiente a la media hora que tardan en hacerme efecto. Pero bueno, estas cosas son normales en mí, así que no preocuparse. 😉

Oh, bueno, sí hay una novedad. Bueno, dos.
Ayer fuimos de paseo al Salvation Army (jó, qué gran sitio). Me compré una mesilla chulísima, a conjunto con la mesa de café y la mesilla que compraron el otro día Jose y Helena. Es preciosa. A ver si le hago ahora una foto y lo meto por aquí. Costaba $60, había 20% de descuento, así que salió al final a $52 (unos 36€). Son muebles mexicanos, que parecen antiguos. Helena cree que realmente son antiguos, pero Jose y yo que son así como de madera dejada un poco basta y tal pero hechos ahora. La mesa del salón es verde y beige, y las mesillas son como marrón color café con leche y color… como… leche condensada. En fin, buenas compras, contentos estamos.

Mel's Drive-In

Luego por la noche fuimos a cenar al diner al que fueron H&JA hace un par de semanas. Se llama Mel’s Drive-In y está en Geary Boulevard y es el típico diner de esos americanos, bastante grande y, por lo visto, es donde se grabó American Grafitti. Aunque bueno, ahora es una cadena. Y veo que no fue en éste que tenemos cerca donde la rodaron, sino en el de la calle Van Ness. El caso es que el sitio mola un montón. Me tomé una hamburguesa con patatas, una limonada de esas superazucaradas de aquí y una Hot Apple Pie with Cinnamon a la mode (lo que viene siendo una ración gigante de tarta de manzana con canela caliente con un gigante helado de vainilla…). Creo que pagamos cada uno como… 17 dólares, contando las propinas, así que creo que bastante más barato que lo que habríamos pagado en Madrí por lo mismo, ¿no?

Por fuera

Por dentro

Tenían gramolitas pequeñas en cada mesa y puedes poner canciones para que suenen sólo para que los oigan lo de la mesa o para que suenen en todo el local. Jiji. Mola. Nuestra camarera debía tener como 80 años, tranquilamente, y era majísima ella, con el pelo blanco blanco, con su uniforme con cofia pero con pantalones y con unas gafas de culo de vaso tremendas.
El diner está forraaado de fotos gigantes del restaurante de los años 50 y en una de las fotos salía una muchacha camarera del Mel’s, con pantalones, que ¡tenía tooooda la pinta de ser nuestra camarera! Me quedé con ganas de preguntarle, la verdad.

Y bueno,  luego paseo de vuelta a casa, y me quedé dormida en el mismo sitio que estoy ahora, el sofá, lado derecho, apoyada contra el brazo del sofá, con el portátil encima del cojín del sofá, viendo el curso nuevo de la fotógrafa de bodas Jasmine Star, contando cómo montó el negocio… hasta que Helena muy amablemente y tranquilamente y nada asustantemente me despertó diciéndome que se iban a la cama y que si yo también. Y claro que me fui. Fiu.

Hoy me desperté a las 8 (entre semana, para el cole, me levanto a las 7). No me dio la gana levantarme, así que dormí más. Hasta las 10:00, hasta las 10:30, hasta las 11:00… y luego me quedé metida debajo del edredón casi una hora más porque tenía frío y me daba la gana.
Ahora ya es casi la hora de comer, y creo que hoy nos va a tocar comer pasta del Trader Joe’s, que está dulce y es un poco rara, a ver cómo la hacemos para contrarrestar el dulzor.

Aquí todo está muy dulce. Mucho. Les encanta el azúcar. Aunque las cosas no tengan azúcar, están requetedulces.

Y creo que no tengo nada más que contar. Bueno, me quedan las noticias de El Tiempo. Hace un viento tremendo desde el otro día cuando escribí. Hace más frío, ayer me fui a clase con la parka invernal. Esto, en realidad, significa que, al sol hace calorcete y a la sombra rasca. Echo de menos los días de calorcete general. Snif.
Supongo que por España seguiréis de ola de calor, ¿no? Y por Rusia, ¿cómo anda la cosa, rusa?

Ya me despido.
Espero que estéis todos bien. ¡Y contadme cosas vosotros también, eh!
Muchos besos,
c

Un trocito del Golden Gate Park.

Publicado en

¡¡¡Buenos días/mediodías desde el otro lado del mundo y después de la mejor entrada que he publicado hasta el momento!!!

Hoy hace más fresquito y vuelve a haber nubes en el cielo. Las nubes las echaba de menos, pero el fresquito, ahora que me doy cuenta, no tanto. Creo que me estoy volviendo a resfriar y además estoy alérgica. Lo bueno de si empieza de nuevo a llover y llover será que estaré mejor de la alergia, porque estos 4 días caloríficos me ha picado todo todo. Menos mal que tengo mi alijo de ebastel y ebastina de varios tipos. Hm.

El cubo de café que hemos comprado en Trader Joe’s es maluno maluno. Nos espera un mes entero de mal despertar, cafeteramente hablando. Un mes porque el cubo es un cubo porque son 2 libras (casi 1kilo) de café malo. Puaj. Snif. Con lo bueno que estaba el anterior.

Ayer hice pollo al ajillo con zumo de limón y trozos de lima, acompañado de las patatas moradas con cebolla y miniberenjenas que hizo Helena. Y cilantro fresco, claro, que ahora se lo echo a todo (básicamente porque compré un ramillete bastante grande y si no se pone malo… y vale, porque está bueno y me gusta). Quedó todo muy bueno. Hm…. Y ayer, creo que por primera vez desde que estoy aquí, cenamos ligeramente. Mazorcas de maíz cocidas, algunos queso, yo una zanahoria y una pera, grosellas hechas pasas, plátanos crujientes, arándanos secos…. y luego un gintonic de Hendricks con la única tónica que venden aquí, que se llama Canadian nosequé, y cáscara de lima.

¿Qué comeremos hoy, me pregunto?

Por la tarde nos fuimos a dar un paseéte por el Golden Gate Park, que parece que está «aquí al lado» (y está cerca), pero está a como 6 ó 7 manzanotas de aquí. Estaba preciosísmo. Ardillicas pequeñas posando para el objetivo de Jose mientras Helena trataba de que se acercaran intentando que creyeran que tenía comida. Todos los arbolitos en flor: magnolios (que hay muchos muchos por la ciudad), camelias, cerezos, prunos… todos metidos entre los redwoods grandísimos de aquí y todo salpicadete de praderas donde los lugareños se montan sus picnics o juegan al baseball en los campos que hay.
Pasamos por la California Academy of Sciences (que creo que era de Renzo Piano, no? …ahí hay que ir!), y por el Museo de Young de Herzog y de Meuron, que a mis compañeros no les gusta mucho, en donde nos tomamos un café y yo un bollete. Y luego hacía fresquete ya, así que nos pusimos en camino para volver a casa. Nos pasamos por el Japanese Tea Garden, pero cerraban a las 18 (y eran las 17:40) y cobraban como $10, así que para 20 minutos con la luz desapareciendo, no interesaba. Eso sí, estaba chulisísimo y hay un sitio donde te dan té o algo. Averiguamos que los L-X-V es gratis de 9 a 10 de la mañana. Y total, está aquí al lado. Lo malo es que voy a tener clase dos semanas….. snif.
No fuimos ni vimos el Conservatory of Flowers. Habrá que volver a partir del día 7, porque tienen una exposición de plantas chungas y carnívoras: Wicked Plants. Pinta curiosona.
El parque es gigantísimo, cosa que ya sabía, de la otra vez, que nuestro Festival era allí… si tiene hasta búfalos (eso hay que verlo!).

Y luego eso, cenamos y tomamos un gintonic y charloteamos. Jose estaba viendo las Páginas Amarillas y Blancas y Rosas y con dibujos que nos dejaron el otro día en el portal y nos iba contando. Viene de todo. DE TODO. En las páginas con dibujos (que son fotos de la ciudad) te dan millones de información de aquí. Desde códigos postales a los teléfonos de las gentes de la Casablanca. ¿Pa qué? No sé. Yo quería llamar a Obama, pero creo que a estos no les apetecía mucho.
Luego estuvo leyéndonos Jose cosas sobre Kits de Emergencia y Terremotos. Por lo visto hay que tener el Kit ese, que pequeño no es, básicamente porque empieza diciendo que hay que tener 1 galón de agua por persona y día. Y digo yo, ¿cómo sabes cuántos días vas a necesitar el kit? He visto que venden cosas de kits en cualquier lao. Lo vi la semana pasada, pero pasé de ello. Lo de los terremotos, «qué hacer en caso de…»  y tal, lo leí igualito en una página gubernamental de Frisco antes de venir. Leía ayer JA que  se espera un terremoto de 6.7 o así para los próximos 30 años y otro de 7.7, o algo por el estilo. El texto era de 2008.
En la guía también vienen cosas útiles como… «cómo saber que tu hijo es de una banda callejera» y viene una página donde puedes poner tu nombre, tu foto y tus huellas, por si los acasos. La verdad es que es una guía telefónica digna de leer, muy completa ella.
También nos enteramos de que las sirenas que habíamos oído algún día en plan ataque nuclear es cierto que son sirenas de emergencias. Las prueban todos los martes a las 12:00 y pitan durante 15 segundos. En caso de emergencia lo hacen durante 5 minutos. Está bien saberlo.

Y a dormir. A dormir tanto y tan cansada que estaba que desperté a las 11, que es lo más que he dormido aquí hasta ahora, creo recordar.

Hoy no sé qué voy a hacer, o qué vamos a hacer.
Mañana seguramente vayamos a una especie de rastro que hay en un barrio que está al sur, a ver qué tal. A Jose y Helena les han hablado bien de él, así que supongo que molará.

Por lo demás…. todo bien. Me troncho mucho con Helena y no tenemos ningún problema con quién cocina o o no o qué. El que no cocina, friega. El que no cocina ni friega un día, pues lo hace la vez siguiente y tal.
Aún tengo que transferirles todo lo que les debo, eso sí. Y aún no tengo móvil, pero es que vivo francamente bien sin él. Es todo un relax, dado lo poco que me gustan. Bueno, me gusta el aparato, pa jugar, pero no para estar perpetuamente localizada y localizable.

A ver qué tal a partir del lunes, que tengo cole. Debo estar nerviosa al respecto, porque creo que he soñado con el primer día y la prueba de nivel o algo parecido. Al menos conoceré gente y practicaré un poco más inglés que de costumbre.

Bueno, contadme cosas ustedes, ¿¿¿¿¿ no ?????
Yo dejo de teclear por hoy. Voy a tomarme mi ebastel de rigor.
¡Muchos besos a todos, gentecilla!
c

Pd. no hice ninguna foto potable, por eso hoy tampoco hay dibujos. 😦 Tenía que haberme ido con la cámara grande, porque con la otra no me daba, que ya había poca luz.

Variaciones.

Publicado en

Hoy ha hecho otro día tremendamente bueno. Otro día de playa. De hecho, hoy se notaba que esta ciudad tiene playa. Generalmente, como dice Jose, uno no se da cuenta de que está rodeado por agua marina. Hoy sí. Venía un vientecillo brisero de Ocean Beach, la supermegaplaya que tenemos siguiendo y siguiendo y siguiendo la calle Clement. Al menos ayudaba con la calor que ha hecho. Apetecía ir a la playa, pero es una caminata.

De nuestra nevera salían unos ruidos raros. Especulábamos si serían unas uvas negras que compraron Helena y Jose antes de que llegara yo, que ya tenían vida propia. Jose las tiró antes de ayer. Desde entonces no suenan ruidos raros provenientes del refrigerador. ¡ChunChun!

Nuestra vecina de abajo tiene 6 papayas gigantes. Siempre tiene papayas, pero ahora tiene 6. De largo deben medir unos… casi 30cm, fácilmente, si no más. También tiene mandarinas. Otras veces naranjas. El caso es que todo lo que come debe ser de ese color, digo yo.

Aquí, en esta ciudad (o en este país), en los grupos de amigos o familias, siempre hay al menos uno que lleva los cascos puestos. Para qué queda con sus amigos o se va con la familia, eso no lo sabemos.

Aquí los pescados, definitivamente, no son los de España, pero están muy buenos, aunque nos sean desconocidos.

Aquí reciclan mucho. Reciclan todo. Pero no tienen cubos distintos para las cosas a reciclar, lo cual facilita las cosas (y con suerte, da trabajo a más gente).

Aquí, en las tiendas de cosas de segunda mano de mi barrio (ya sabéis que es oriental predominantemente) trabajan latinos y en las de Mission (mayormente latino) trabajan chinos. Paradójico. No sé qué significará, si es que significa algo.

Aquí todos los días se oyen sirenas de bomberos y policías para acá y para allá, yendo y viniendo. Son muy serviciales.

Aquí, uno de esos días de lluvias torrenciales, hubo un megaincendio en un edificio del vecindario. Un incendio en un día de lluvia torrencial. Hm. Da qué pensar, ¿no? ¿Mucha calefacción?

La fruta del dragón.

Aquí, en el sofá, me está entrando mucho sopor. Son las 23. Hemos salido a cenar, tomar una cerveza y dar un minipaseo. Esta tarde paseamos Clement hacia el Este, hacia la playa, hacia la brisa. Hm. JA y yo nos compramos un café para llevar malísimo en un garito como árabe o algo así. Para compensar tal horror tuvimos que comprarnos un donut forrado de azúcar y canela. Gran acierto. Luego Hele y yo compramos frutas… compramos una fruta dragón! Ya os contaré si está buena. Bonita es, un rato. Os pongo una foto, pero es sacada de google.

Bueno, ya os dejo, porque hoy no he hecho nada muy interesante. Os puedo decir también que hemos comprado un nuevo «puf» o algo así, un sentajo, vaya, de mimbre, muy bonito, en Goodwill (como no).
También os puedo decir que he colgado mi corcho y he puesto los colgadores al revés. Normal que me haya costado dios y ayuda. Tolai que es una, ¡qué le vamos a hacer!

Espero que os estéis despertando bien.

Muchos besos a todos, ¡gentío!
Good night/Good morningGood morning, it’s great to stay up late, good morning, good morning, to you, and you, and you and you! from Frisco.
c

Tamales y Pupusas. Corchos y Pizarras. Birra, crepes y celtas.

Publicado en

¡Buenas de nuevo, lectores!
Aquí estoy otra vez más para «amenizaros» un rato la vida.
Jajajaja. Jejejeje. Jijijiji.


Éste ha sido un día de tremendo solazo calenturiento.

Hoy me he cortado las uñas. Es la primera vez que lo hago en San Francisco y oye, lo he hecho mejor aún que en Madrid. Y muy rápido. Sé que os interesa este tema, por eso os lo cuento. Al menos a mi Señor Padre debería interesarle, ya que llevaba años y años y años -y años- diciéndome que dejara de mordisquearme las uñas hasta que un día lo conseguí (cruzo los dedoscon uñas, no sea que recaiga).

Blue Trompetero

Dejando de lado ese gran tema que son mis fuentes corporales de quinina (junto con el pelo, que con esta humedad lotengo estupendo y parece que tengo pelo), os cuento que hoy hemos ido de excursión. Aquí mis coleguis compañeros me han llevado a su ex-barrio, a la Misión, The Mission, o como quieran ustedes. Estaba preciosísimo. Hemos visto un callejón lleno de grafittis chulos chulos…
Cierto es que he recorrido también las calles que recorrí la otra vez con Susana, e hija mía, es que cogimos las peores, claro que eran las que eran, porque si el Muni te deja ahí, pues te deja ahí. El caso es que la plaza esa y el primer trozo de la 16th son las zonas con más homelesses de todo el barrio, o algo. Una pena. Cuando vengas, Susanita, vamos de nuevo y verás qué chulísimo es, eh! 😀

El caso es que me han llevado a comer a un restaurante de cocina Salvadoreña y Colombiana. La señora encargada camarera y supongo que dueña era toda una madraza. Majísima es la señora. Hemos comido pupusas y tamales con frijoles y arroz. Yo no tomé pupusas, porque me resultaba demasiado. Las pupusas, para el que no lo sepa, que debíamos ser todos hasta hace poco, son como unas tortillitas de harina de maíz que están rellenas de cosas varias: queso, queso con flores (de calabaza o algo parecido, tenían un nombre raro), espinacas y cosas, cosas y otras cosas, cosas y más cosas. Y luego Jose y una servidora nos hemos metido entre pecho y espalda un tamal colombiano, que es de pollo y cerdo y lleva también guisantes, patata y zanahoria. Llena no sabéis cuánto. Tremendo. Pero estaba buenísimo y los frijoles con arroz también, cómo no. Hm….

Flower Power

Gozilla

El tercer ojo.

Luego hemos procedido a comprar en una Thrift Store de la calle Valencia unos corchos y una pizarra veleda por $4. Asombroso, porque llevábamos tiempo buscando estas cosas y estos dos pobres periodistas compraron una mini-veleda por como $12 hace un par de días.
Las tiendas estas de cosas usadas son lo más, de verdad, no sé cómo no tenemos de estas cosas en España, porque son realmente útiles para todos. Eso sí, huele a polvo que da gusto y me pica todo durante un rato, pero tienen de todo de todo: libros, cómics, agendas, cuadernos, libretas, álbumes, muebles de todo tipo, vajillas, cuberterías y cristalería varia, zapatos, ropa, bolsos, pósters, electrodomésticos, teles, dvds, decodificadores de TDT (¡de hecho nos hemos hecho con uno de estos! A ver si funciona.) … en fin, millones de cosas. Ya estamos abonados a ellas, jiji. La verdad es que el sofá este está resultando ser una gran gran compra, os lo digo con el culo en él mismo. Desde que quité mi mesa y la llevé a mi habitación, cuando estoy en el salón siempre estoy sentada aquí, como ahora (¿os suena, familia?)

Y bueno, luego estos chicos se volvieron a casa a trabajar y yo me quedé a dar una vuelta. Me paseé un poco más por Valencia y subí por la 16th a la calle Mission -el camino chungo que os decía antes. En una tienda mexicana de Mission que era el equivalente a las tiendas gigantes chinas de alimentación del barrio compré harina de maíz y frijoles para experimentar en casa y anduve sobre mis pasos para dirigirme al parque de Dolores.

Dolores Park, up up and away!

¡Vaya cuestas!

Exclamación ridícula viviendo en esta ciudad, vale. Aunque cierto es que este barrio, el nuestro, Inner Richmond, es bastante llano. Se agradece y todo, aunque para mis piernas y forma física general más me valía haber vivido en lo alto de los Twin Peaks. Ejem.

…. estaba diciendo yo…. Ah, eso, que me subí a lo alto del parque de la Dolores, a ver las fantásticas vistas que hay de las que me quedé prendadísima en la primera visita de 2008. Waaaaahhh…. Lo que mola ver las casitas preciosas franciscanas, un montón de arbolones y de fondo el centro y el centro financiero, el Bay Bridge y un poquito de agua.
Hoy como hacía un solazo tremendón, estaba la calle llenita de gente, y el parque ya ni os cuento. Todos al sol, con sus perros, sus picnics, sus cosas, en camiseta y bermudas y chanclas, o sin camiseta pero con bermudas y sin chanclas. Si en Madrí sale un rayo y se ponen así, aquí son más raudos aún. De hecho cuando llueve y hace frío hay algunos locos que van así. Será que 11º (centrípetos) y lluvia y viento soplado muy de cerca por el mismo Eolo que dibujó preciosamente mi Sr.Padre es mucho calor para ellos. ¡Raaaaaaarooooooosss!

Y luego seguí cuestabajo hacia el Castro, el barrio gay por excelencia. Todo coloreado con los banderines arcoiris de las farolas y el banderón en el cruce de Castro con Market y otra calle más que no recuerdo cuál es y no voy a mirarlo. Hoy de por sí ya habría sido colorido. Estaba preciosísimo. En el famoso Teatro Castro ayer actuó la fenomenal Britney Spears… ¡y no fui!, ¡bah! Jejejeje. Helena y JA fueron la semana pasada a una cosa allí y dicen que es preciosísimo por dentro. A ver si consigo verlo. Siempre puedo meterme a la sesión del Wizard of Oz Sing-Along. La otra vez era de La Sirenita. Veo que innovan. Ejem.
Me subí al autobús allí cerquita y me vine a casa, porque hacía una calor tremebunda y yo iba con mi parka que ya no sabía qué hacer con ella (sin poner, claro), la chaqueta puesta (diosmíoquécalor), la bolsa de la compra… y veía la cuesta que tenía que subirme mirándome con cara satánica. Me dio miedo morir por el camino de varias cosas relacionadas con mi cuerpo, mi sed del momento y las cosas ambientales.

Llegué a casa, me cambié y me fui al chino gigantesco a comprar fruta (un melón cantaloupe y unas naranjas de aquí)  y al Walgreens a por chocolate (y de paso un helado de Ben&Jerry’s que se llama American Dream y tiene chocolate, nosequé y trozos de gofre). Volví a casa y me puse con esto.

….. peeeerro… el gofre del helado me ha recordado que ayer fuimos a un irlandés que hay aquí cerca.
Los irlandeses son seres curiosos. ¡Están pluriempleados por todo el mundo! Viven en su preciosa islita esmeralda y lavirgendelpilar cómo se han movido, ¿no? Pues allá que fuimos a bebernos unas pintas de Kilkenny (sigo sin saber qué significa Kil-, aunque sigo pensando que es algo así como tierra). Cuando llegamos había como 4 personas en el local, pero empezó a entrar gente y gente. Mucha gende de esa gente con instrumentos, ¡chunchun! ¡Gente con pinta de irlandesa en un pub irlandés y entran con instrumentos! ¡Fiestaaaa celtaaaaaaaaaaaaaaa!
Mientras entraban y entraban el majete de Jose se fue a por unos cosos que parecían ser crepes aunque eran duritos y sabían como a oblea, rellenos de cosas. Uno de fresas y nata. Otro de fresas, plátano, mango… y nata. Y otro de… ¡¡agaaarrrraaaarrrse que vienen curvas!! … ¡¡¡bizcocho de chocolate y chocolate!!! ¿¿Cómo os quedáis, audiencia?? Nosotros muertos. Jajaja. Pero estaban tremendos.
Para cuando JA volvió, un señor con barbas y pinta de cruce entre Papá Nöel, Gandalf y Dumbledore nos había echado de nuestra mesa (que es cierto que era la mesa disntita y por ello la mejor) argumentando que todos los domingos a esas horas iban él y sus coleguis a reunirse alrededor de esa misma mesa a hacer unos ruidos muy ruidosos y que si nos importaba trasladarnos.
Trasladuvímosnos. Y nos comimos las crepobleas allí, porque aquí se hacen esas cosas. Si no te ponen comida en un garito, te vas a otro, lo pides «to go» y te lo comes allá donde quieras, calle, plaza o garito.

el familiar del tipo de la barra, que era irlandés ¡¡¡fiiijooooooo!!

Y dale y dale y dale, y venga y venga y venga, música celta irlandesa, gratis! Al final se juntaron como 10 o 15 de ellos, todos con bastante pinta de por ahí o hijos de por ahí (por ahí es Irlanda, eh). Al final de la barra había un hombre que era igualico que este actor que seguro que os suena a todos, y que, como su cara indica, es irlandés, claro.

Vamos a hacer un pedido de FIMO, que está rebarato. Os enseñaré nuestras cucas miniesculturas según vayan saliendo del horno (literalmente)

¡¡¡¡Vale, ya me callo!!!!  Si es que cómo os ponéis. ¡Una queriendo detallar cosita por cosita lo que hace para compartirlo con sus seres queridos y rechistando! asjiasjiasjiasjiasijsa!
(O bueno, es que huele a comida y tengo hambre… sobras de arroz de ayer y maíz cocido. YumYum. o ÑamÑam en cristiano)

Sin más, me despido… hasta muy pronto, claro. Alucináis pepinillos si pensáis que me voy a callar tan pronto.

Muchos besos, gentes!
Espero que estéis dormitando agusto.
c

Mi habitáculo, arroz con verduras, la colada y variedades (¡He dicho culo!)

Publicado en

Bueno, aquí van las cosas de mi habitáculo. Del resto de la casa ya pondré. O pongo ahora, no sé, según me dé.
Esto es mi alcoba, y después salen fotos desde el coche, el día que íbamos a IKEA, todas muy interesantes, ¡claro que sí!

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Iba a poner un vídeo, pero creo que con esto basta. Esperaré a tener un vídeo bonito y potable del barrio o algo para ponerlo.

Y qué más.
Pues eso, que he hecho un arroz con verduras que llevaba de todo: ajo, cebolla, pimiento naranja (aquí hay de eso, sí), pimiento rojo, zanahoria, calabacín, tomate, brotes de soja, setas shitake y otras (que nidea de cómo se llamaban pero estaban de oferta y tienen pinta nunca vista al menos por mí), maiz natural, judías verdes y arroz basmati. Ha quedao un poco soso, pero estaba potable. Mientras, mis queridos compañeros trabajaban duramente, que están muy atareados estos días con portales, blogs y demás.
También he hecho la colada por primera vez. $2.25 en total. Sequísimo que queda y en sólo 2 horitas, mientras hacía la comida.
Cuando uno va a hacer el trasvase de tambor a tambor, se percata uno de la potencia de las máquinas estadounidenses. Toda la ropa recién lavadita pegada al tambor, de la potencia del centrifugado. Vamos que un poco más y la sacas casi seca de la primera fase. Tremendo. Si tuvieramos tendedero casi ni hacía falta la secadora, aunque claro, con esta humedad a lo mejor jamás se secaba estando tendida. Y siempre es agradable meter la cabeza en la ropa recién sequita, blanda y humeante. Hmmmmm …………………………….

Por lo demás…. Tenemos una tele y un mueble para la tele. Gratis. Aquí regalan las cosas que no quieren, o las donan. Ayer por la tarde, después de comer, se fueron Hele y JA a Russian Hill a por ellos. La tele pesa un quintal y medio y sólo por haber subido la misma un tramo de escaleras, tengo agujetas de espalda. Me ha llevado media noche de duermevela averiguar el por qué de mi dolor. Jejeje. Grandes músculos tengo. En fin. La tele funciona, pero no se ven más que moscas bailando, porque necesitamos un decodificador de TDT o algo, cómo no. Por lo visto en Craigslists (qué gran sitio y qué listo debía ser el tal Craig) te los consigues por $10 en vez de los 50 que te cobran en una tienda. Habrá que investigarlo.

Mis uñas y mi piel degeneran mucho. Creo que es el agua de aquí. No sé si es muy calcárea o qué, pero se me agrietaban las uñas y me eché un coso para protegerlas, ¡y resulta que se lo ha comido! Impresionante. Y cada vez que salgo de la ducha parezco un Pokémon a topos. Y el sol de acá pega aunque no haya sol. Así que me compré una crema que no sé si está haciendo efecto o no. Me pelo, estoy a lunares y se me rajan las uñas. Jajajaja. Al menos nada duele, eso sí. Y gracias a los dioses existe el maquillaje.

Vuelve a llover, a lloviznar.
Porque sé que os interesa el tiempo.
Por eso os cuento estas cosas (y porque ha empezado  hace un rato).
Pero vamos, que esto no es nada, es un chirimiri ligerísimo.

Os aviso que en estas tierras el día de hacer la compra es el domingo. Sí, habéis leído bien, el Domingo, el Día del Señor, el día de descanso, el día casero por excelencia, el día que no NO NO! se sale. Pues aquí todos a la calle. La megatienda de comidas china a la que hemos ido hoy (a esta todavía no había entrado) estaba de bote en bote. Me ha encantao. ¡Qué de cosas! Millones de setas diferentes, millones de hojas verdes, berenjenas varias -pero ninguna como las nuestras, chiles que brillaban pero asustaban al mismo tiempo (y por eso no hemos cogido ninguno), fortune cookies que ya cogeremos, ¡patatas moradas! (que sí hemos cogido y tenemos que investigar si tienen algo de especial), y todas esas frutas y verduras desconocidas. Esta tienda gigante es un gran lugar. ¡Y además tienen pescado y carne fresos y con buena pinta! Lo complejo de los pescados es saber cuáles son de los de nuestra pescadería española, o al menos el bicho más parecido de los que tenemos. Teniendo en cuenta que el mismo pez se llama de dos maneras distintas o más en este país, o hay un mismo nombre para bishos distintos, es tarea ardua, os lo digo, pero aquí tenemos una lista aproximada. En fin, que estamos contentos porque podremos comer pescado, cosa que veíamos bastante complicada y creo que Helena está más tranquila ahora con respecto a la comida. Y yo, claro. Todos.

Me callo ya.
Próximamente, pero no sé cuándo, pondré cosas del barrio y del resto de la casa, que he tenido peticiones de mis lectores. Jeje.

Muchos besos a todos, gentes, allá dónde estéis.
c

Amueblando la vida (con y SIN! Ikea)

Publicado en

¡Hoy no ha llovido!  ¡Viva!  ¡Hurra! ¡Fiesta!

De hecho ha hecho mayormente sol, sol, sol. Ahora ya es de noche, claro, y ha venido el fresco más fresco, así que estoy con mi manta verde nueva de IKEA por encima, como una abuela y a mucha honra!

Salvation Army rules!

Total, que aprovechando, nos hemos ido a una gran tienda llamada Salvation Army . La

El gatico que saludaba a los bloglectores.

gente dona cosas y las venden allí, así que tenemos un pedazo de sofá buenísimo, que ya costaba sólo 300$, por 240, porque ¡hoy había rebajas!
Y además de eso hemos comprado un vaso gigaaaante de CocaCola que va a hacer veces de florero (porque madre mía, ese vaso es grande hasta para mi hermano el Javier), un gato chino de la buena suerte pa mí, unas copas de cóctel y una de vino, un cenicero y una jarra chulísimos, un plato grande japonés para la tortilla de patata que próximamente (espero) comeremos (aunque ayer me hice un amago de tortilla/fritatta/tortillitadecamarones sincamaronesperoconsetas y brotesdesoja), y unos cuencos japoneses también. Todo precioso, y sumándolo todo, ¡aún no llegamos a los 300 que costaba el sofá en sus días sin rebaja!
Así que esto ya va pareciendo una casa. Una mesita de café, alguna cosa para las paredes y ¡ç’est fini!
Gracias a los dioses en esta gran tienda (aquí másmás cerca tenemos otra parecida, que se llama Goodwill Charity o algo así, que también tiene de toooodo) tenían una lista de porteadores para traer el sofá, porque Jose quería traérnoslo entre los 3 y en fin, a mí, desde mi no-musculosidad, me resultaba imposible totalmente, a no ser que hiciéramos paradas cada dos minutos, noche, y llegáramos al día siguiente. Para que os hagáis una idea, la tienda está a unas 3 o 4 manzanas de aquí, aunque estas manzanas son un tanto más grandes que las estándar de Madrid. Vamos, no es mucho, pero ya me conocéis y sabéis qué gran forma física tengo, jejejeje. Pésima. Inexistente, más bien, diría yo.

¡Nuestro cómodo sofá!

Bueno, que a lo que iba, un señor llamado Mark Anthony (ya van dos en USA que conozco con ese nombre, y luego el Marco detodalavida del cole, claro), nos ha traído en su pick-up truck el sofá, y luego le hemos ayudado a subirlo, por un módico precio. Mucho mejor que hacer noche para 4 manzanas, eh? No es sofá-cama pero es muy cómodo, y Helena ha tenido la gran idea de hacernos con algún colchón y meterlo debajo de nuestras camas. ¡Pero qué lista es!
Ahora acabo de volver de mi paseo de tarde. Ha sido breve, un par de horas, un poco más. Me cogí el 38 que pasa por Geary, que me salió gratis porque la máquina donde uno mismo mete el dinero estaba estropeada, y me bajé en casi-Union Square, la zona por donde estaba el hotel en el que nos quedamos Susana y yo hace un par de años.
¡LaVirgenDelPilar, qué cantidades tan ingentes de gentes! ¡Gentes por doquier! Guiris, Yupis, Homeless, Locales. Todos como hormigas de acá para allá. Cuesta arriba. Cuesta abajo. Con prisa. Despacio. Posando. Esperando que posen. Posando con la puerta de Chinatown, posando con las estatuas chungas de Chinatown, posando, sin más. Y comprando, claro. ¡Comprando mucho! En Macy’s. En Levi’s. En los bazares chinos del ChinatownGrande. Bazares gigantes con dos pisos en donde venden las mismas cosas que aquí al lado, básicamente, pero más caras.
Yo sólo me he comprado -no lo he podido evitar- un dragón chino dibujado en tinta en papel de arroz, un poco más grande que un A3. Precioso! 10$. Buen precio, no? Aquí lo véis. Aunque bueno, también estaba encima del sofá.

¿A que es precioso? ¡Y siempre quise tener uno!

Y poco más. Llegué casi a tocar el agua, pero era tarde para este planeta y volví para cogerme el autobús número 1, que sale de la calle Sacramento, igual de empinada que la famosa calle California. El otro día subimos ésta última en coche, con la compra de muebles y no muebles, y es tremenda. Pues esta otra, igual.

Estoy cansada, tengo frío y mis coleguis están haciendo la cena.
Me despido por hoy. Esperemos que no caigan las trombas de agua intermitentes que caeyeron ayer por la noche. Tromba trombísima 20 segundos. La nada. Tromba de nuevo. Tromba más sonora. La nada de nuevo. Tromba atronadora con granizo golpeando mis ventanas. El silencio. A veces da un poco de miedo. Aun así ni me levanté (no yo ni Helena) a mirar si volvían a aparecer las cataratas del salón.

Unos besos, gentes!
Voy a ayudar con la cena.
c

Road Trip!

Publicado en

Ayer mi intención era irme al centro, pasándome por el banco y la tienda de móviles y la de sofás. Estaba preparada-lista-ya para irme cuando Jose me dijo que había llamado a su amigo Héctor para ver si nos podía acercar al IKEA de Emeryville.

¡Ocho millas y pico de largo!

Más largo, más viejo y más utilizado que el Golden Gate.

Emeryville es un «pueblo» que está al otro lado de la bahía, cruzando el Bay Bridge, el puente que diseñó un catalán que no sé cómo se llama. Emeryville está entre Berkeley y Oakland. Emeryville está lleno de grandes superficies estilo IKEA: Target, Office Depot, Best Buy, centros comerciales a la intemperie (muy útiles aquí, lloviendo la mitad de año, para que se te mojen las cosas yendo de tienda a tienda, fenomenal -claro, que también te dan bolsas de papel para todo, estupendo en los días de lluvia), naves industriales y…. PIXAR! Una pena que no encuentro trabajos de «posadora para caras y gestos para pelis de animación«, ese trabajo creo que lo haría bien, ¿no creéis?

En fin, que al final Héctor nos dejó su coche, para ir nosostros, conduciendo Jose. Fuimos al barrio de Mission (donde queríamos vivir, que la verdad es que ayer estaba precioso, nada parecido al encontronazo grimoso con él cuando estuve de vacaciones). A Helena le entró morriña del barrio, la verdad es que es normal, pero este está también muy bien, aunque estemos un poco más lejos del centro.

Atascazo de ida por la salida del trabajo (a las 16:00, yo no sé a qué hora entran y salen aquí del curro, en fin). Conseguimos llegar a IKEA sanos y salvos y sin ningún problema, tan sólo con una  pasada por el Burger King para llevar, porque pensábamos que era una salid jejejejeje. Recórrete IKEA, que es EXACTAMENTE igual que todos los IKEAs de Madrí, claro, así que perderse uno no se pierde.
Compramos… mesas de trabajo para H&JA y una mesa baratuna para mi habitación, y un par de sillas baratunas pero bonitas y parece (y espero) que cómodas y… unas zapatillas, sábanas, una mantica, unas cajas y unos organizadores para los armarios. No me pasó la tarjeta de débito y la de crédito sí (espero que no me hayan cobrado dos veces!). Aquí con las tarjetas te lo guisas y te lo comes tú solito, como en el resto del mundo, supongo, al menos en Amsterdaam era igual. Tú pasas la tarjeta, le das a todos los botoncitos, firmas, cancelas, pasas la otra tarjeta, y así.
Y luego a meter los muebles en el coche. Era un coche de estos que en las pelis llaman Sedan, de esos típicos de aquí, largos, estilo el Honda azul de mi señor padre y después de mi señor hermano el Javier. Un coche que, a priori, parece espacioso, largo, útil para estas cosas. Pues no. Más cómodos el Mazda de Ana y el exPeugeot de Javier (que es el mismo coche que tenían Helena y Jose en Madrid). Alucinante. Acabé yendo detrás tumbada y con dos cajonzotas en el hueco de las piernas, todo lo largo. Y todo esto bajo la lluvia, porque el sol que había cuando entramos en el sueco sitio se había ido para cuando salimos, y llegó el aguacero, cómo no.

Y ya que estábamos, hicimos una compra grande en el Trader Joe’s, ese sitio del que nos hemos hecho fanes. Estaba lleeeeno lleeeeno.

Y la vuelta. La vuelta fue compleja. Ni una señal que pusiera San Francisco, ni Bay Bridge, ni nada útil. Paseándonos por Oakland y sus partes, cómo decirlo, … chungas, vale. Oakland no se conoce por lo bonito que es, ni lo seguro, precisamente. Al menos no nos cruzamos con ningún kinki que nos quisiera robar los muebles recién comprados, ni la compra, ni el destartalado coche. Vaya paseo que nos dimos por zonas sin un alma, o con almas vagabundas, a lo sumo. ¡Fiu! Eso sí, estás yendo media hora por esos lugares que dan un poco de miedo, o de respeto, como poco, y de repente llegas a la Gran Vía de la ciudad, a Broadway. Y Broadway resulta ser una calle bonita, con luces, con gente normal, ¡CON GENTE!, con casas donde la gente vive y no naves industriales. Al menos ahí puede uno preguntar por indicaciones para llegar a casa.
Y llegamos bien a casa, y fui en coche por la calle Market (el camino que hacíamos Susana y yo casi todos los días cuando vinimos y el del vídeo que me ha pasado AnaLaHermana, este), una zona bastaaaaante distinta a donde vivimos, la de los rascacielos, vaya.

Subir los muebles y la compra, descansar, y Jose y H se fueron a devolver el coche. Yo me quedé para hacer la cena. Pasta con verduras (ajo, zanahorias, pimiento naranja!, tomate y espinacas, y una pimienta con limón que está buenísima). No quedó mal.
El caso es que los majísimos amigos de H&JA, Héctor y Christina, les trajeron de vuelta a casa, porque estaba lloviendo y el Muni (el bus de aquí) de noche pasa cada bastaaante. Nosotros tres cenamos. Ellos, como buenos lugareños, ya lo habían hecho (eran como las 22, creo recordar) y todos bebimos vino (Marqués de Cáceres, comprado en TraderJoe’s!!) y estuvimos un rato de palique.
Le debemos la vida a Héctor. Se conocen desde hace 2 o 3 semanas y les ha dejado el coche, ¿se puede ser más majo? Así que les vamos a invitar a cenar, cuando tengamos sofá… que Jose les tiene prometida tortilla de patatas, jeje.

Y ya, ¡chimpún! Se acabó el día de ayer.
Haré una nueva entrada para hoy, porque este me ha quedado laaaaargo laaaargo. Y sin dibujos míos, ¡fatal!

Hoy me despido con mi yo dibujado por PIXAR…. BOOOOOOOOOOO!!!
Unos besos, gentes!

BOO!

BOO!