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Lunes antes de almorzar…

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Buenas de nuevo, voy a ver si consigo recordar  y retomar el resto de los días de turisteo con Susana… A ver…

El lunes 2 de mayete nos levantamos pronto, pues queríamos partir prestas hacia la isla-prisión de Alcatraz, pero antes desayunar en Sears Fine Food, un sitio que está al lado del hotel en el que nos quedamos la otra vez, al lado de Union Square y del Hotel de Hotel, del que habíamos oído que tenían unas tortitas muy tremendísimas y nos quedamos con ganas de ir en 2008.

Efectiviwonder, las 18 típicas tortitas Suecas (algo así se llaman), tremendísimas estaban. Pedimos sólo una ración a compartir para las dos con una mermelada de algo llamado algo así como «lingonberries» y con sirope de arce y mantequilla. ¡Qué tremendez, madre de mis amores! Eran pequeñitas, como de unos 10cm de diámetro. Esponjosas y fluffy (que viene siendo lo mismo que esponjoso). Más majas. Pero se acabaron pronto, sobre todo las mías, que me las engullí ipso facto. A Susana le duraron más, estaba en plan degustación de desayuno fenómeno, o algo.

Salimos y nos fuimos atravesando Chinatown y North Beach por unas calles bonitas, residenciales y nuevas a la vista, al Pier 39, de donde pensábamos que salían los barquitos a Alcatraz. Resultó ser que no, y tuvimos que andar un poco más.
No tuvimos que esperar mucho, es bastante caro, en el barquito íbamos arriba enredándose nuestros bellos cabellos al viento vendabélico de la zona, pero con bonitas vistas de la ciudad y la bahía. Desembarcamos y procedimos a subir los supuestos trece pisos para acceder a lo que viene siendo la prisión. Lo ponían como si fuera la tortura suprema. En realidad tienes una isla pequeña entera en rampas para subirlos, así que no te das mucha cuenta. Y hay vistas y gaviotas por doquier. ¡¡¡Gaviooootaaaaasssss!!!

Nos dieron los casquitos de la visita guiada en español en la zona de la ristra de duchas y pastillas de jabones. Hm. Bonito y acogedor sitio. Muy fotogénico (a ver si pongo alguna foto, aunque ahora no me siento con fuerzas de retocar y cortar, lo siento). Y anduvimos por los pasillos con las celdas, preciosos. Muy acogedores también. Mi casa es su casa (dicho con acento yanki, por favor). Yo me dediqué a buscar caras (ya haré un blog al respecto de las caras y los ojos) y perdí totalmente el hilo de lo que el señor mexicano de mis orejas me estaba contando. Susana intentaba que fuéramos por donde debíamos en orden, y yo mientas seguía equivocándome y metiéndome en donde no era. Pobrecilla, lo que tiene que aguantar. Jiji.

Y eso. La prisión nunca se acaba, ni cuando parece que se acaba, y eso que, en realidad, sólo recorres la gigante planta de celdas (algunas tienen decoración… cuadritos y dibujos de los prisioneros, libros, cosicas de esas…, agujeros de fugas, cosas cucas, ya sabéis… ), el comedor, lo de las duchas y los despachos del Alcaide y demás.
Pasamos por la tienda de souvenirs y por ello perdimos el primer barquito de vuelta que zarpó delante de nosotras (y de dos grupos de españolitos más) (dios nos cría y nosotros nos arrejuntamos).

Volvimos a SF y vimos la foto que nos hicieron con una foto de pega de Alcatraz de fondo a la salida… por el módico precio de $27 o así, te la dan, más majos y generosos, ¿verdad?

¿Y qué hicimos después? ¿Susana? ¡Ah! ¡AH! ¡¡¡YA!!! Volvimos a Chinatown, pasando por NorthBeach de nuevo y por la Transamerica para ir a comer al Far East Cafe, un chino donde se come muy bien y comimos básicamente lo mismo que la otra vez, lo más barato, jeje, el menú para dos. Te ponen té verde porque sí y luego había… sopa con huevo, ternera con brócoli (tol brócoli pa mí), rollos primavera, pollo de alguna manera y arroz. Algo así era, no acabo de recordarlo. Y una Galleta de la Suerte, que decía:

Usa tus habilidades en este momento para mantenerte centrado en tu meta. Lo conseguirás

o algo así. ¿Será verdad? ¿Qué querrá decir? ¿Cuáles son mis habilidades?

Luego salimos, dimos una vueltica por Chinatown, volvimos a NorthBeach (¡madre de los dioses, estuvimos todo el día como un hamster enjaulado dando vueltas por las mismas calles!), juraría que fuimos a sentarnos a Washington Square un rato, en donde había unos estudiantes de pizzaiolos lanzando cosas redondas imitando pastas de pizza al aire y luego visitamos Lombard Street (la calle que hace eSeS) subiéndola por la parte más empinada del mundo sanfrancisquense. Y luego anduvimos y anduvimos un rato más por Nob Hill hasta subirnos en el autobús en algún sitio de la línea 1.… y nos vinimos para casa, que al día siguiente había que levantarse a las 5 de la mañana para ir a Yosemite.


¡Chimpún! Ahí queda eso. Espero no haber mezclado días y que no se me haya olvidado nada. Siempre tenemos a Susana para que comente si es el caso.
Unos besos, otro día o en otro momento pongo fotos.
c

Let’s Go Oakland!

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¡Ya estoy aquí de nuevo, pandilla!

¡Ufff! ¡Últimamente no hay manera de llevar esto al día!
Llevo unos 10 días todo el día corriendo la calleja. Cosas de echarse amiguitos en el cole, supongo.

Ya he acabado las clases en el cole. Parece que fue ayer cuando empecé y ya se han acabado… Tres semanas que se me han pasado volando, cada una más rápida que la anterior. Tengo un diplomita y todo.

Bueno… pues… a ver… ¿qué he hecho en mi última semana de clases?… Ahí va, a ver si me acuerdo de todo:

LUNES___Pub Trivia.
El lunes…. fui al cole, comí rápidamente con Jacobo, que me invitó (a mí y a otros) a ir a jugar a una especie de trivial en un Pub de Oakland, porque dice que necesitan gente porque son muy pocos en su equipo (al final acabamos siendo 10, no tan pocos, ¿no?). Total que después de comer me vine a casa y luego al rato me volví al cole, que quedé allí con él. Al final sólo iba yo. Le acompañé a recoger sus trastos a casa de sus padres. Sus padres, muy majos ellos. A su pobre madre le dio una bola de baseball en la cara en un partido y la tiene hinchadísima y se le partió el paladar y todo, pobrecilla. Y luego fuimos al pub ese a jugar. Había distintas categorías: Presidentes de los EEUU, Cerveza (de esta no supe nada, ¿¿¿os lo podéis creer????), Arte y Artistas (de esta sí que supe, padres :D, casi todas, o todas), Canciones de series de TV (esta también se me dio bien), Cine negro o algo así (nidea de casi nada)… y no sé si se me olvida algo.
No ganamos, obviamente, ni siendo 10, muy mal. Pero estuvo entretenido.


MARTES___Berkeley.

El martes al cole de nuevo y luego comí sola por los alrededores de la escuela, porque desaparecieron todos de la faz de la escuela. Luego fuimos a la actividad del martes, que era Berkeley. Bah. Ni fu ni fa. Un campus gigante de universidad, eso sí. Muy bonito. Muy de peli de aquí. Y unas calles con muchas tiendas y tal, pero no sé, no acabó de irme. Será que estoy mayor y había mucho jovenzuelo.
Luego nos tomamos unas pizzas en un pub de universitarios y para casa en el Bart y el Muni.


MIÉRCOLES___Baseball game!

Resulta que Jacob no nos iba a dar clase el miércoles porque iba a llevar a los alumnos de la tarde a un partido de baseball… Tenían muuuchas entradas de sobra y costaban $2 (sí, ¡¡¡DOS DÓLARES!!!, ¡habéis leído bien!) así que nos lo dijo a los de la clase que se iba a fumar. Era o ir al partido o hacer ejercicios de gramática…no había mucho que pensar. Ellie no vino porque «se puso enferma», jijiji… Al final fuimos Jacob, Luis y Clara (los dos alumnos a los que llevaba en principio), Simona, Inan, Renato, Jeff y yo.
Cógete el BART de nuevo para ir a Oakland, porque el partido era de los Oakland Athletics, más conocidos como A’s  VS. los Boston Red Sox.
Para ser un partido entre semana a las 12:30 de la mañana, estaba lleno. Bueno, lleno no, estaba hasta la bandera, lleno de gentes de todas las edades vistiendo sus colores. Niños de nada años hasta señores de 90, todos animando a su equipo.
Cosa mala, llovió. Así que un par de veces tuvimos que abandonar nuestros asientos para guarecernos en las galerías con bares y pantallas que dan al campo con unos ventanales gigantes.
Jacob trataba de explicarnos las reglas del juego mientras chillaba a grito pelao metiéndose con los Red Sox y animando a los suyos…. Era una bonita estampa. Él chillando como loco mientras nosotros nos mofábamos mucho diciendo que no conocíamos a esa persona… un poco más y los bostonianos le lanzan algo. Jasijaijaisjsia. Fue gracioso.
En fin, el partido largo, pero tampoco se entera uno entre que va para acá y para allá, al baño, a comprar nachos, pretzels, bebidas, a dar un paseo, que si llueve, que si no llueve, y tal.

Y se acabó el partido.

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Y todos se fueron menos Jeff y yo, que nos fuimos a casa de Jacob a ver dos películas bastante horrorosas mientras vegetábamos bastante y cambiábamos la localización de los sofás, mesas y sillones de casa del señor profesor.
Un poco surrealista todo el día, creo yo.

Llegué a casa a eso de las… 12:30 de la noche. Tarde. Cansada. Muerta.
Y al día siguiente a clase de nuevo… ¡el último día!


JUEVES___Final de curso.

Se acababa el curso. Alex el profe majísimo de la primera clase nos tenía preparado un test. Parte escrita de gramática, parte oral sobre un vídeo de Medio Ambiente (en mi caso) y sobre cosas varias de la vida, de charleta. Lo malo es que Alessandro desapareció y no sé que «nota» he sacado, así que la próxima semana a lo mejor me paso para que me cuente, por curiosidad.
En clase de Jacob teníamos que hacer un Speech, pero como por su culpa Jeff y yo habíamos llegado a casa taaan tarde la noche anterior, no teníamos nada preparado, así que lo preparamos allí. Creo que no lo hice muy bien, porque no se me da nada bien hablar en público, ya sea en inglés o en español, qué le vamos a hacer. Jacobo sí que nos dio notas… todo Aes y Bes. Y una C, pero por lo visto siempre pone una C en ese apartado.
Y me dieron mi diploma, muy precioso. Tres semanazas de clase. Jajaja.

Luego hablé con Yoko un ratejo y me dijo que me pase por allí cuando quiera, que puedo usar los ordenadores y lo que quiera de allí, y que le pegue un toque y nos tomamos un té o algo… ¡más majaaaaa!

Para comer nos fuimos Simona, Jeff y yo a Haight-Asbury a comer a un sitio que conocía Jeff, de estos típicos americanos que te ponen desayunos típicos de aquí a cualquier hora del día, aunque yo me comí una hamburguesa.

Luego íbamos a quedar por la tarde, pero había cansancio, así que Simona se fue a casa y Jeff se vino aquí a la mia, porque el vivía lejos, en South San Francisco. Así que nos tomamos un café casero con charleta con Hele y Jose, descansamos un poquito, me cambié de atuendos y nos encaminamos a North Beach a «cenar» a las 6pm (nosotros no cenamos, porque casi acabábamos de comer) y luego a un musical muy chanchi. Eso sí, tuve que ir yo a por las entradas, porque el Jacob las puso a mi nombre, y estuve esperando a los demás que venían a que se dignaran a aparecer… Les había dejado acabando de cenar en el restaurante a las 7:20 y llegaron al teatro a las casi 8, que era cuando empezaba la función. ¡Gentuza! Y hacía rasca. Y el profe nos había dicho que más nos valía llegar pronto, porque se pone de bote en bote siempre y los asientos no están numerados y como éramos ocho… pues obviamente no nos sentamos juntos y mi asiento era un poco maluno. Pero en fin, la obra genial.

Después fuimos a la famosa cafetería o café o bar o como lo quieran llamar aquí Vesuvio, que está en frente de la también hiperfamosa City Lights, librería chanchi por excelencia de la ciudad, aunque Helena y JA son más fanes de Green Apple Books, ya sabéis. Nos tomamos unos refrigerios. Yo una Heffeweizen y un cóctel llamado Jack Kerouac, todo muy literario, ya véis. Se nos unió el profe y nos movimos a garitos más animados que no resultaron ser muy animados y nada, pa casa, que estaba yo muy cansada ese día.

VIERNES & SÁBADO___Good Friday, casa, cama y Adiós, Inan!
Desde entonces vegeto un poco en casa. He dormido como si no hubiera un mañana. Hice la colada. Colgué fotos y fotos en el facebook (que ahora también colgaré aquí, no se preocupen) y ordené la habitación. Ahora me queda aspirar la moqueta, ducharme, arreglarme y volver a salir de casa, porque mañana se va Inan y hay que despedirse y ser educada.

Y eso.
¿Vosotros todos bien?
Muchos besos!
c

¡Mejorando, que es gerundio!

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¡Buenas tardes-tardes desde un día mucho más bonito, gentes-entes del mundo!

¡¡¡Buenassssssss!!!


Pues sí, hoy está siendo un día mucho mejor.

Y sí, sigue doliéndome la cabeza. Y sí, me compré las pastis esas del Walgreens, pero creo que no me han hecho nada. Aún así, está siendo un día mucho mejor. Cuando me acostumbro a que no deja de doler, pues sigo con la vida. Me puede doler veces y veces la cabeza, pero parece ser que hasta que no pasa una semanita o así, no sé vivir con el dolor como vive una persona normal.

Hoy me he levantado un poco más tarde, cosas de haberme duchado por la tarde-noche (cosa que voy a hacer todos los días), así que he salido de casa a las 8:30 o así y he llegado a la hora y la primera de la clase. Bueno, siempre llego a la hora, antes de la hora, pero hoy ha sido habiendome levantado más tarde, así que ¡hurra por mí!

Las clases han estado mejor. O yo he estado mejor en las clases, who knows. Hoy sólo hemos sido tres. El chico suizo, llamado Fahraz (no sé si lo he escrito bien), creo que está malo (espero que no muy malo, porque la semana pasada estaba amarillo totalmente el pobre, le dijeron que tenía infección de hígado :S); la francesa ya se fue a su casa y el brasileño creo que se va a tomar la semana de vacaciones. El caso es que me he soltado más. Estar menos siempre me ayuda y llevar ya una semana también, supongo. También los temas me interesaban más. Sigo pensando que estoy por debajo de mi nivel, sí, pero es que los profes y los compañeros me caen bien.
Susana me ha dicho que por qué no doy alguna semana más después de que ella se vuelva para Madrí… porque viene a verme del 28 de abril al 8 de mayo, yuju, ¡¡¡¡visitas molonas!!!! … y me lo estoy planteando, pero no sé si me va a dar el dinero. Tengo que echar cuentas, que desde que llegué no lo he hecho, así que no sé qué me he gastado y qué me queda. ¡ChunChun!

Y eso.

No sé si os dije que uno de los profes el otro día nos hizo recitar unas estrofas de canciones raperas, en plan serio, pronunciando bien. Lo ha colgado en facebook, ejem. Y la imagen congelada que sale del vídeo… es mi jeta. Ejem Ejem. Si me veo sin vergüenzas, ya os colgaré el precioso vídeo aquí. Ejem Ejem Ejem. EJEM.
Hoy en esa clase hemos hablado más de música, nos ha puesto un documental de adolescentes que cantan Gospel en Harlem y ha estado interesante y emotivo, snif. Y de ahí pues a hablar de la música, nosotros y nuestros países.

El otro profe me ha dicho que mis ejercicios estaban fenomenal, aunque al principio pensaba que eran de mi compañero francés Jeff. Jijiji. Chachi.

Frisco Pier

En fin, todo eso ha ayudado a que hoy sea un día mucho mejor, en el que lo bueno ayuda a pasar del dolor de cabezas. Tanto he pasado que hoy, por fin, después de clase, me he dado un voltio. He ido hacia el agüita, pasando por el Ferry Building (donde acaba la supercalle Market) y al Pier 7 donde pescan los chinos, donde tomé esta foto hace casi ya 3 años >>>>>>>>>>>>>>>

Y aquí va la versión de hoy…..

la version de hoy del pier 7 ... ju ji ja je jo!

Luego he vuelto por donde había ido para volver a coger Market Street y recorrerme el caminito que tantas veces nos hicimos Susanita y una servidora, hasta la calle Powell. La tienda donde vi que vendían el FIMO está ahí al ladito, en la calle Turk con Market, ahí donde empieza el Tenderloin, el barrio chungo (o barrichún) de pobres, drogadictos, prostitutas y veteranos de guerra un poco locos. Es curioso cómo cambia radicalmente la ciudad por ir una calle más allá. No es algo gradual.
Como me dejé la moleskine francisquense en casa, no tenía la dirección exacta del lugar y no me apetecía adentrarme en los Tenderluáns desconocidos, así que he subido por Powell, como si fuera al hotel en el que nos quedamos en 2008 y me he metido en el H&M a ver si encontraba una sudadera potable, que no he encontrado. Luego me metí en una bolsozapatería, ALDO (que ya está en sus madrileñas pantallas ), donde me compré mi bolso azul que me dejé en Madrí (tonta de mí, porque ahora estoy parca en bolsos), para ver si me desparquizaba de bolsos y encontraba uno BBB, pero nada. Mucho más feo todo que hace 3 años, dónde va a parar, y mucho más caro. Así que nada, a pasar por Union Square, por delante del Kuleto’s y el Scala (restaurantes ambos, de uno nos mofábamos del nombre, en el otro cenamos), delante del hotel de «Hotel«, por delante del Sear’s Fine Food (un sitio al que no he ido (aún) donde ponen un montón de minitortitas en plan torre y siempre hay cola, desde muy pronto indermornin), y por delante del Befeater del hotel de en frente de nuestro ex-hotel, ex480 de Sutter, que ahora es un Marriott y ha enfeado mucho, ya os lo digo. Luego pasé por delante del primer Walgreens de mi vida y me fui a esperar el autobús number 2 que viene para Clement directito.
Me senté al lado de una señora de unos 80yPicoPies (perdón, años, queríadecir) que, cada vez que le rozaba el brazo, miraba hacia nuestros brazos rozantes, en plan chungo. La «buena» señora parece que no se daba cuenta de que es complejo no darse un poco cuando íbamos cuesta abajo. Cosas de la ciudad, señora, mire, lo siento. BAH!

Y ahora, a ver si consigo poner una galería de fotos varias…

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Y bueno, eso, llegué a casa a eso de las… ¿4 de la tarde? en vez de a la 1:15 o así, que es la hora a la que suelo llegar generalmente.
Ha hecho un día muy chulo, a ratos nubladillo, la mayoría del tiempo con sol y vientecillo. Casi no hacía frío.

Poco más ha acontecido hoy. Fuimos al Salvation Army a ver si encontrábamos un tocadiscos, pero nada. No sé si os conté ya la historia de «el tocadiscos, el cd y el ampli«, creo que sí, ayer, o algo. El caso es que Helena tiene mono de tocadiscos y además Jose ya compró unos vinilos que esperan sentados en el suelo a ser tocados en el tocadiscos, pobres. Ya me he ido del hilo… bueno, que ni había tocadiscos ni nada, fatal. Nos volvimos a casa sin ello y sin una mesa muy mona que vimos el otro día y que nos gustaba mucho a Jose y a mí, pero a Helena no (así que ella estaba contenta, ¡maldita!).

Y ya me callo.
Espero que anden ustedes todos finamente.
¡Muchos besos y hasta pronto, chatos!
c

Amueblando la vida (con y SIN! Ikea)

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¡Hoy no ha llovido!  ¡Viva!  ¡Hurra! ¡Fiesta!

De hecho ha hecho mayormente sol, sol, sol. Ahora ya es de noche, claro, y ha venido el fresco más fresco, así que estoy con mi manta verde nueva de IKEA por encima, como una abuela y a mucha honra!

Salvation Army rules!

Total, que aprovechando, nos hemos ido a una gran tienda llamada Salvation Army . La

El gatico que saludaba a los bloglectores.

gente dona cosas y las venden allí, así que tenemos un pedazo de sofá buenísimo, que ya costaba sólo 300$, por 240, porque ¡hoy había rebajas!
Y además de eso hemos comprado un vaso gigaaaante de CocaCola que va a hacer veces de florero (porque madre mía, ese vaso es grande hasta para mi hermano el Javier), un gato chino de la buena suerte pa mí, unas copas de cóctel y una de vino, un cenicero y una jarra chulísimos, un plato grande japonés para la tortilla de patata que próximamente (espero) comeremos (aunque ayer me hice un amago de tortilla/fritatta/tortillitadecamarones sincamaronesperoconsetas y brotesdesoja), y unos cuencos japoneses también. Todo precioso, y sumándolo todo, ¡aún no llegamos a los 300 que costaba el sofá en sus días sin rebaja!
Así que esto ya va pareciendo una casa. Una mesita de café, alguna cosa para las paredes y ¡ç’est fini!
Gracias a los dioses en esta gran tienda (aquí másmás cerca tenemos otra parecida, que se llama Goodwill Charity o algo así, que también tiene de toooodo) tenían una lista de porteadores para traer el sofá, porque Jose quería traérnoslo entre los 3 y en fin, a mí, desde mi no-musculosidad, me resultaba imposible totalmente, a no ser que hiciéramos paradas cada dos minutos, noche, y llegáramos al día siguiente. Para que os hagáis una idea, la tienda está a unas 3 o 4 manzanas de aquí, aunque estas manzanas son un tanto más grandes que las estándar de Madrid. Vamos, no es mucho, pero ya me conocéis y sabéis qué gran forma física tengo, jejejeje. Pésima. Inexistente, más bien, diría yo.

¡Nuestro cómodo sofá!

Bueno, que a lo que iba, un señor llamado Mark Anthony (ya van dos en USA que conozco con ese nombre, y luego el Marco detodalavida del cole, claro), nos ha traído en su pick-up truck el sofá, y luego le hemos ayudado a subirlo, por un módico precio. Mucho mejor que hacer noche para 4 manzanas, eh? No es sofá-cama pero es muy cómodo, y Helena ha tenido la gran idea de hacernos con algún colchón y meterlo debajo de nuestras camas. ¡Pero qué lista es!
Ahora acabo de volver de mi paseo de tarde. Ha sido breve, un par de horas, un poco más. Me cogí el 38 que pasa por Geary, que me salió gratis porque la máquina donde uno mismo mete el dinero estaba estropeada, y me bajé en casi-Union Square, la zona por donde estaba el hotel en el que nos quedamos Susana y yo hace un par de años.
¡LaVirgenDelPilar, qué cantidades tan ingentes de gentes! ¡Gentes por doquier! Guiris, Yupis, Homeless, Locales. Todos como hormigas de acá para allá. Cuesta arriba. Cuesta abajo. Con prisa. Despacio. Posando. Esperando que posen. Posando con la puerta de Chinatown, posando con las estatuas chungas de Chinatown, posando, sin más. Y comprando, claro. ¡Comprando mucho! En Macy’s. En Levi’s. En los bazares chinos del ChinatownGrande. Bazares gigantes con dos pisos en donde venden las mismas cosas que aquí al lado, básicamente, pero más caras.
Yo sólo me he comprado -no lo he podido evitar- un dragón chino dibujado en tinta en papel de arroz, un poco más grande que un A3. Precioso! 10$. Buen precio, no? Aquí lo véis. Aunque bueno, también estaba encima del sofá.

¿A que es precioso? ¡Y siempre quise tener uno!

Y poco más. Llegué casi a tocar el agua, pero era tarde para este planeta y volví para cogerme el autobús número 1, que sale de la calle Sacramento, igual de empinada que la famosa calle California. El otro día subimos ésta última en coche, con la compra de muebles y no muebles, y es tremenda. Pues esta otra, igual.

Estoy cansada, tengo frío y mis coleguis están haciendo la cena.
Me despido por hoy. Esperemos que no caigan las trombas de agua intermitentes que caeyeron ayer por la noche. Tromba trombísima 20 segundos. La nada. Tromba de nuevo. Tromba más sonora. La nada de nuevo. Tromba atronadora con granizo golpeando mis ventanas. El silencio. A veces da un poco de miedo. Aun así ni me levanté (no yo ni Helena) a mirar si volvían a aparecer las cataratas del salón.

Unos besos, gentes!
Voy a ayudar con la cena.
c

La ciudad que miraba a las Damas Pintadas.

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Ayer, mi primer día en San Francisco, fui a visitar a las Damas Pintadas. En realidad pretendía llegar hasta la calle Market y andármela entera, hasta llegar al Ferry Buiding, para ver la Bahía, y luego seguir hasta el Pier39, para ver a los leones marinos que habitan y bufan allí, pero me pareció un camino desmesuradamente largo para el cansancio que tenía y el agua que caía en esos momentos, así que tiré a andar, moviendo una pata tras otra (todo después de decidir que era mejor no irme de tiendas el primer día sino darme un paseo por el barrio, la zona, la ciudad, la bay area), hasta que pensé que podía ir a visitar a las casas pintadas. Total que anduve y anduve por la calle Geary, calle harto larga y variada (a ratos con vida, a ratos sin ella) que une el Pacífico con la Bahía y pasa por la miniChinaTown en la que vivimos y casi por la ChinaTown original, allá por donde «viví» la primera vez que vine hasta decidir tirar para el Este e ir a la Alamo Square, hogar de las Damas.

Lo «bueno» de esta plaza es que hay que subir y subir loma arriba por unas cuantas de las aceras más empinadas que he visto por aquí, viendo algunas de las casas máááás chulas y góticovictorianas y ornamentadas ,de la ciudad  para luego ir bajando por una plaza con caminitos (y unos baños en el medio, como no, adornados a su entrada con pares de sandalias muy chic, y  otras más de gente travestida) y llena de jóvenes que salen bajo la lluvia -sin paraguas ni capucha- a pasear a sus educados canes y encontrarse uno con una de las vistas más famosas de la ciudad… las Painted Ladies con toooda el skyline típico de la ciudad de fondo (donde digo ciudad entiéndanse el centro de la ciudad y el centro financiero) y sus rascacielos -como buena ciudad americana-, siendo la Transamerica Pyramid el más famoso de ellos y más llamativo, claro, sobre todo por haber sobrevivido al Gran Incendio y Terremoto de 1906 (esto dicho por un ser que se estudió mal la lección para los televidentes de Callejeros Viajeros de Cuatro -obviamente es mentira podrida).

En fin, que la plaza tiene una vista tremenda, tanto por lo bonito de las casas y del parque y su perrunos, como por lo bonito de la vista (aunque yo, personalmente, sigo quedándome con el parque de Dolores, que es una de las cosas más chulas y maravillosas que he visto nunca, y tengo que ir ya de ya, o volveré a moderme las uñas)

Dejo aquí la foto indecente que hice con el móvil de las señoras coloreadas, porque cayendo la que caía, y teniendo que sujetar mi paraguas, era complicado intentar sacar la cámara y bueno, que no me apetecía, la verdad.

Full House!

Alamo Square, las Painted Ladies y downtown & Financial SF

Y nada, después de la visita, de vuelta a la casa, por otro camino, para conocer la zona.

Gracias a GoogleMaps he podido calcular la longitud de mi viaje: 5.2millas = 8,5km. No está mal para estar de cansancio total de jet lag, no haber dormido mucho y no haber comido, ¿no?

Tras esto, sólo me quedaba cenar a las 6:30pm (que aquí no se dice 18:30, eh) unos macarrones con pimiento amarillo rehogado, y caer muerta encima de la mesa mientras veía el último episodio de la gran serie Fringe (¡porque ya estoy en el área correcta para poder ver episodios de series sin ser ilegal! ¡Wah!)

Y a dormir de 8 (20:00) a casi 11 (11:00) mucho mejor que la primera velada noctura, ¡sin comparación!

Bueno, seguiremos informando.

¡Unos besos, gente!
c